El calentamiento global no solo transforma paisajes y ecosistemas: también está reconfigurando amenazas sanitarias que cruzan fronteras. Un amplio estudio internacional revela que temperatura, lluvias y humedad están alterando de forma desigual la propagación de enfermedades transmitidas de animales a humanos, creando escenarios de riesgo cada vez más difíciles de anticipar.
Las inundaciones repentinas están golpeando regiones diseñadas para la sequía. En Omán, una tormenta extrema convirtió cauces secos en ríos mortales en minutos. El caso de Samad al-Shan muestra cómo el cambio climático está reescribiendo las reglas incluso en los desiertos más áridos.
Permanecer sentado durante horas se ha normalizado en el trabajo y el ocio, pero la evidencia científica muestra que el sedentarismo actúa como un riesgo silencioso. Sus efectos no se notan de inmediato, aunque se acumulan y afectan al corazón, el metabolismo, los músculos y la salud mental.
Aunque su uso se ha reducido, el plomo continúa infiltrándose en suelos, ríos y cadenas alimentarias. Este metal pesado no se degrada y actúa como una amenaza persistente para la biodiversidad. Sus efectos son lentos, acumulativos y difíciles de detectar, pero profundamente dañinos para los ecosistemas.
Cuando pensamos en tsunamis, la imagen suele ser la de olas que avanzan durante horas por el océano tras un gran terremoto. Pero el tsunami más grande del que se tiene constancia no siguió ese patrón. No viajó miles de kilómetros ni devastó grandes ciudades. Ocurrió en un rincón aislado de Alaska y, aun así, alcanzó una altura que sigue siendo récord absoluto en la historia registrada.
Durante décadas, el cáncer se ha considerado una consecuencia casi inevitable de vivir muchos años y tener billones de células. Sin embargo, la naturaleza desmiente esa idea. Existen animales enormes y longevos que apenas desarrollan tumores. Este enigma, conocido como la paradoja de Peto, se ha convertido en uno de los campos más fascinantes de la biología moderna y podría abrir nuevas vías para prevenir y tratar el cáncer en humanos.
Marte podría albergar a los primeros humanos en la década de 2030 usando recursos locales. Una de las propuestas más prometedoras plantea construir domos de hielo marciano que protejan de la radiación, dejen pasar la luz y ayuden a elevar la temperatura interior.
La saturación de satélites en la órbita terrestre baja ha alcanzado un punto crítico. Según científicos de la Universidad de Princeton, una tormenta solar podría ser el desencadenante de un colapso en cadena que inutilice infraestructuras espaciales clave.
Durante décadas, superar los 200 °C en procesos industriales implicaba quemar combustibles fósiles sin alternativa real. Un nuevo prototipo termoacústico desarrollado en China demuestra que es posible reciclar calor residual y alcanzar temperaturas extremas sin emisiones, compresores ni engranajes.
Beber menos no es solo una moda entre los jóvenes, sino una estrategia silenciosa con efectos medibles sobre el sueño, la concentración y la creatividad. La ciencia empieza a confirmar que evitar la resaca y la ansiedad posterior al alcohol está dando a la Generación Z una ventaja real en el trabajo.
Una obra de escala inédita avanza en Centroamérica con ambiciones que van mucho más allá del deporte. Impulsado por cooperación internacional y estándares globales, este estadio promete redefinir la manera en que la región alberga grandes eventos y se proyecta al mundo.
Tras dos décadas de trabajo constante, un suceso inédito ocurrido en el sur de España marca un punto de inflexión para una de las especies más amenazadas del planeta. No se trata solo de un nacimiento, sino del resultado de años de ciencia, cooperación internacional y una carrera contrarreloj por evitar la extinción.
Viajar en avión suele asociarse con seguridad y confort, pero nuevas investigaciones revelan una exposición preocupante durante el vuelo. Un contaminante casi imperceptible, poco regulado y potencialmente dañino alcanza niveles inesperados en momentos clave del viaje, reabriendo el debate sobre salud, aviación y regulación ambiental.
En el sur de Europa avanza una obra científica sin precedentes que busca reproducir en la Tierra el proceso que alimenta a las estrellas. No es una central eléctrica común ni una promesa futurista vacía: es un intento real de lograr una fuente de energía limpia, estable y casi inagotable.
En un humedal remoto del sur argentino, un equipo científico registró un ritmo natural tan preciso como inesperado. No sigue el día ni la noche, no depende de la luz y parece coordinar agua, microorganismos y fauna. Un descubrimiento que abre preguntas profundas sobre cómo “respiran” los ecosistemas.
El CRASH Clock, o reloj de choques, es la nueva forma de medir los riesgos de congestión de satélites en la baja órbita terrestre. Sus cálculos resultan perturbadores.