El telescopio James Webb ha detectado la señal más clara hasta ahora de una atmósfera en un exoplaneta rocoso ultracaliente. El planeta, TOI-561 b, desafía décadas de teorías sobre cómo nacen, evolucionan y sobreviven los mundos pequeños cerca de sus estrellas.
Al editar dos genes clave, científicos chinos han optimizado un hongo comestible para obtener un 88 % más de proteína con un impacto ambiental mucho menor. El resultado no solo es más eficiente, sino también más sabroso y fácil de digerir, reavivando el debate sobre el futuro de la proteína animal.
Los cañones submarinos han sido tradicionalmente interpretados como el resultado directo de la erosión fluvial. Sin embargo, tras analizar más de 2.000 estructuras en todo el planeta, un equipo internacional de geocientíficos ha descubierto que su formación depende sobre todo de la inclinación del talud continental y de procesos internos del planeta. El estudio cambia una idea ampliamente aceptada durante décadas.
Lo que comenzó como una búsqueda histórica bajo el hielo antártico terminó revelando una escena jamás documentada. En un fondo marino que permaneció sellado durante milenios, los científicos encontraron un patrón de vida sorprendentemente organizado. El hallazgo abre nuevas preguntas sobre la biodiversidad oculta y el futuro de uno de los ecosistemas más extremos del planeta.
Un donante de esperma con una mutación genética asociada a cáncer concibió al menos 197 niños en Europa antes de que el sistema detectara el problema. El caso, documentado por una investigación periodística internacional, expone los límites reales de los controles genéticos y de una industria que opera a escala continental con normas fragmentadas.
Un estudio ha revelado que, debido a las presiones tectónicas de la placa africana, la península está en un constante movimiento en dirección a las agujas del reloj. Este fenómeno geológico, que ocurre a un ritmo milimétrico, podría tener grandes implicaciones para la sismicidad en la región y el entendimiento de cómo se generan terremotos en el suroeste de Europa.
La explosión fue detectada gracias a un brote de rayos gamma y ocurrió apenas 720 millones de años después del Big Bang. Su análisis sugiere que algunas estrellas tempranas se comportaban de forma sorprendentemente similar a las actuales, desafiando modelos sobre el universo temprano.