En plena agitación social del siglo XX, un ingeniero decidió llevar una idea radical hasta sus últimas consecuencias. Lejos de cualquier frontera, levantó una estructura en el océano y proclamó algo impensado. Lo que ocurrió después reveló hasta dónde llegan los límites de la libertad cuando chocan con el poder establecido.
Investigadores japoneses identificaron una entidad biológica tan singular que desafía las fronteras tradicionales entre lo vivo y lo no vivo. El organismo, invisible a simple vista, no encaja en ninguna categoría conocida y podría transformar profundamente lo que entendemos sobre evolución, genética y el origen mismo de la vida en la Tierra.
Al editar dos genes clave, científicos chinos han optimizado un hongo comestible para obtener un 88 % más de proteína con un impacto ambiental mucho menor. El resultado no solo es más eficiente, sino también más sabroso y fácil de digerir, reavivando el debate sobre el futuro de la proteína animal.
A medida que se acerca 2026, una frase pronunciada por uno de los líderes más influyentes del mundo tecnológico empieza a generar inquietud entre estudiantes y profesionales. La inteligencia artificial avanza más rápido de lo previsto y ya hay carreras que podrían perder relevancia antes de lo imaginado. Pero el mensaje va mucho más allá de una simple elección académica.
China reforestó millones de hectáreas para frenar la desertificación y mejorar el ambiente. El éxito fue enorme, pero también trajo efectos inesperados: estudios recientes indican que la expansión forestal modificó el ciclo hidrológico del país al aumentar el consumo de agua de los bosques jóvenes. Un caso que obliga a replantear estrategias de restauración ecológica a gran escala.
Hoy mueve cifras modestas y parece lejana para el gran público, pero los analistas creen que podría convertirse en uno de los mercados más grandes del siglo. Impulsada por avances técnicos, inversión pública y el interés de grandes empresas, una tecnología experimental empieza a perfilar un futuro económico difícil de ignorar.
Un nuevo estudio científico sugiere que Marte no solo es un vecino lejano, sino un actor clave en la historia climática de la Tierra. Su masa y su órbita podrían haber condicionado algunos de los ciclos glaciales más largos del planeta, alterando ritmos climáticos durante millones de años.
Durante décadas, los anillos de Saturno fueron considerados estructuras delgadas, bien delimitadas y casi bidimensionales. Sin embargo, un nuevo estudio científico basado en los últimos datos de la sonda Cassini reveló que esta imagen es incompleta: los anillos están envueltos por un extenso halo de partículas que se eleva a distancias sorprendentes por encima y por debajo de su plano principal.